berta i. luto.
pablo:
berta mírame. quítate las gafas por favor.
¿a qué se debe este luto? ¿cuándo te han roto el corazón?
berta:
¿cómo sabes que me han roto el corazón?
pablo:
verás. la primera vez que te vi llevabas las cejas hechas a la perfección. una línea fina, con el arco justo y ningún pelo fuera de su sitio. la segunda vez, lo mismo. y así la tercera y la cuarta… pero a la quinta algo cambió. su entereza se había perdido. y el vello que ahora decoraba tus párpados denotaba torpeza y vulnerabilidad.
al principio me cautivó. quizá esa imperfecta honestidad hablaba de nosotros, de la confianza que habíamos generado. pero con el paso de las semanas, me di cuenta de que lo que escondía tu velludo ceño no era honestidad, sino cobardía.
¿por qué no recobraban su forma? ¿qué no me estabas contando berta?
entonces pensé en tu semana, en qué cosas hacías ¿qué estaba impidiendo que te depilases las cejas? sabía que tenías perro y que lo sacabas algunas mañanas. que te gusta componer. el vino blanco. que trabajas martes, miércoles, jueves y fines de semana… eso es. martes, miércoles, jueves y fines de semana. por eso siempre nos vemos los viernes. pero ¿y qué haces los lunes?
¿recuerdas el martes que visité tu bar? te mentí, no pasé por casualidad. fui a inspeccionar tu ceño. y como era de esperar, estaba impoluto.
¿cómo se llama, berta? ¿cómo se llama el chico al que ves los lunes? el chico por el que ahora te depilas las cejas.
¿y qué ha pasado esta semana? ¿por qué están más frondosas de lo normal?
¿no dices nada?
tus facciones hoy se pierden en su espesor, como nunca antes lo habían hecho. dime ¿a qué se debe este luto, berta? ¿cuándo te han roto el corazón?