ange ii. telepatía.


hace tres veranos, entre chopos, murió mi abuela. fue entonces: sola y frente al espejo, la  primera vez que te eché de menos. 

mi corazón te dejó entrar, para cuidarme, como hice con ella. y durante meses, crecí junto a ti, como un higuera. 


hasta aquel fatídico día. aquel fatídico día en el que te dije: 


"fernando, si tanto te gusta mi nombre ¿por qué no me besas?"


eres silencio, cizallas. 

no he vuelto a insistir, porque no has vuelto a venir. pero tu presencia, tu olor, siguen escondidos en mi pecho.

y compartir mi corazón nunca ha sido tan difícil. 


me apena que no veas mi nuevo corte de pelo o la habitación pequeña amueblada. pero me tengo que marchar, no me puedo arriesgar a que llegues por sorpresa, y mi recuerdo se impregne aun más de tu aliento.